
Y la memoria que me pide paso rebelándose
ante tan mal “orage” trasladándome a aquellos días rasos llenos de chiquillería que sí, “tenían
azogue”, madre, pero que en sus carestías hacían mejor provecho de cuanto la naturaleza les regalaba
esperando un progreso, como no, pero no éste que labran
nuestros hijos repantigados en un sofá y de la comodidad posesos.
Añorando pues, aquellos momentos, ya me
palpo los remiendos en la pana heredada y aunque me duelan otra vez las suelas agujereadas
de las alpargatas, hecho a volar
correteando otra vez, por aquellos caminos y barracas. ¿Me acompañan?
Y comienzo por mi CALLE, con mayúsculas que aunque fuera de tierra y sin aceras, nos facilitaba el hacerle agujeros con los que
jugar a las canicas o servía ..
>>>>>>>>>>>>>>>>>>>> S I GUE
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1 comentario:
fuimos la generación de jugar en la calle, y no necesitabamos de cosas materiales sólo de nuestra imaginación
hoy los niños están embebidos con la play y a los juguetes no les hacen ni caso
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