Recuerdo que cuando sonaba la música al compás del bombo, caja y platillos salía disparado a correr tras la banda. Y como al llegar a su altura ya éramos una cuella siguiéndola, fuera que había fiestas en la plaza, pasacalle taurino, jotas o cualquier festejo en puertas Rostros que habían mudao la boina por aquella gorra de plato y la pana por el traje oscuro y corbata. Personas que más que enterás en solfa ponían corazón y ganas en aderezar aquellos tiempos felices de antaño.
Resultó que el otro día, volví a sentirme aquel chiquillo en pantaloncicos cortos por aquellas calles de Chelva, rodeao de muchas caras de paisanos aunque eso sí, un tanto más viejas. Entre aquellos instrumentistas y acompañantes saqué parecidos familiares con los músicos y gentes de entonces pero la foto en blanco y negro quedaba muy lejos con tanta joven promesa entre las que destacaban mejores mozas.
El lugar, un pueblo de interior rodeao de oliveras y muebles, puerta de entrada a una magnífica sierra y frontera con Aragón y Valencia. La Sénia ,o Cenia como diríamos nosotros, provincia de Tarragona mi hogar de adopción. Muchas similitudes y cercanías, augurio de mejor presagio.
Otra vez llamao por el cartel, esta vez certamen de bandas anunciaba, allá que acudimos topándome con otras cuatro agrupaciones de semejantes atuendos pero que enseguida reconocías a los nuestros por mostrar orgullosos insignia en la solapa y andares de seguridad chelvana.
Comencé a filmarles y gozo daba verles y vernos aplaudirles. Oyéndoles cualquiera distinguía unos acordes fruto de una madurez entre tanto ir y venir por la Carrera, procesiones, amenizar tardes de toros y acompañar fallas, caldo de cultivo y tiempos de crianza que premio barruntaban.
Tras un primer recorrido nos metimos en un teatro comenzando un concurso que si bien las valencianas eran favoritas, Cuenca venía a poner el listón muy alto. Con el devenir del evento y favoritismos aparte pa mi que fue nuestra Santa Cecilia y el rempujón de los acompañantes, más de uno con rezos y amuletos conste, los que rompieron el corsé de aquellas cuatro paredes y afanes concertistas, trasportándonos a lo suyo del desfile callejero con la naturalidad y el porte de la mejor banda seguida por un simpar y animaico cortejo. Unión que nos dio la fuerza y el tino para entonar el finalmente campeones, campeones.
Fecha señalada que acabaríamos en plena celebración y cantando el Gloria a Chelva. De la peli, con todo destaco, la imagen de la Chelvana frente a un pico que se me antojó el del Remedio. Mientras el oraje era de un sol radiante de alegría por el triunfo empañaico de tanto en tanto por nubes como queriendo llorarnos desde allá arriba, de tantos y tan buenos padres, hermanos y amigos que antes que nosotros hicieron esta banda. Unos, dándonos el chun chun y otros, bailándolo; en un día de romería que para mi resultó uno de los mejores días del Remedio de mi vida.
Francisco Torralba Lopez
abril 2011
La banda de música de Chelva ganadora del V Certamen Internacional Vila de la Sénia
LA PELÍCULA