AQUELLOS EMIGRANTES QUE FUIMOS



         Actualmente que se nos llena la boca con la palabra  inmigrantes tocaba más que nunca hablaros de aquellos emigrantes que fuimos estos que ahora somos vuestros ancestros. Gente a la que nos toco abandonar nuestra tierra chica en pos  de buscarnos un mejor futuro, este presente vuestro. La visión desde el otro lado " del in al e". Caminantes a los sones del Serrat  para como el poeta gritar que en la senda todos nos vimos, vemos y veremos. Un canto de acogida  para recordarles que de siempre hemos sido un pueblo de brazos abiertos.

 

     Haciendo memoria vaya el recuerdo primero  a los EXILIADOS aquellos que al igual que Machado tras la Guerra Civil habían salido del país perseguidos bien por haber sido "significado" o a causa de las represiones políticas que le siguieron. Tras la transición, algunos volverían triunfantes como Tarradellas, la Pasionaria o Carrillo; los más regresarían poco a poco o echaron raíces en el extranjero sembrándolo de apellidos españoles.

 

       No olvidemos tampoco a los denominados INDIANOS, aquellos que a finales y principios de siglo habían  estado en países, principalmente, iberoamericanos. Grandes oportunistas de su  viaje a las indias como Colón que a su vuelta y enriquecidos dejaron  sus huellas en palacetes y  esplendores tardíos por toda nuestra geografía.

 

    Serían los pioneros  de nuestra particular fiebre migratoria de aquella posguerra de penurias Y es que destrozada Europa tras la II Guerra Mundial tocaba reconstruirla lo que resultaría una gran oportunidad para marchar a trabajar en Europa que America quedaba lejos y allá se  estaba pasando  una fuerte recesión. El idioma o formación no fue impedimento que duchos en genio y figura  enseguida conseguían la maestría. Mi abuelo que  resulto ser uno de ellos me explicaba lo orgulloso que estaba de sus andazas por Francia como maderero que le permitieron comprar nuestros mejores bancales y  hacerle tan culto que hasta dominaba el  francés. Un  ensueño sólo roto por el fallecimiento de la abuela y el estallido de la guerra que le cortarían las alas  Bien que nos inculcaría escaparnos del conformismo aunque sólo fuera para ganar en cultura.

 

       Y supe de aquellos valientes  que escapaban del terruño a buscarse la vida  cargados de maletas de madera  al ritmo del tracatrá de tren borreguero hasta más allá de nuestras fronteras  retratados  en pelis como " Vente a Alemania Pepe"  o  "Un Franco 14 pesetas"... los EMIGRANTES, con mayúscula, que cantaba Valderrama y que esperaban volver como las cigüeñas al campanario, triunfantes y montadas en aquellos Mercedes  para envidia de todos.  Luego ya sabríamos que habían estado trabajando en jornadas maratonianas y en faenas que  nadie quería. Por cierto, ahora que exigimos tantos derechos y sueldos mientras ni caso a las penurias de nuestros inmigrantes bueno sería en tenerlo presente  ¿no les parece?

       Tras la apertura de nuestro país al exterior recibiendo a los americanos a lo Bienvenido Mister Marshall  comienza  el milagro económico del que  surgirán  aquellos otros INMIGRANTES y españoles. Unos, los COREANOS  que vendrían a ser contingentes de obreros con sus familias  que iban de una parte construyendo presas o grandes infraestructuras movidas por los planes de desarrollo del régimen. Otros., que eran atraídos por la miel de la industria y sus zonas influyentes iniciando así movimientos de población que nos trajeron las grandes urbes  y  la España de hoy vaciada. A las

Capitales llegaban los PALETOS a lo Paco Martínez Soria de  chiste y chascarrillos pero en cada familia todos contamos con  algún pariente que dejó  arado y  arriendo para venirse a una ciudad muy a pesar de que no era para él. Y puede que hasta encontremos, sin ser la Gracita de Morales del  celuloide, a una de aquellas  CHICAS DE SERVIR. Mi Madre lo fue y a mucha honra  que buenas recetas y mejores maneras  nos enseñó.

 

         Entre estas historias vivía una infancia en la que  fui espectador  de primera fila de TEMPOREROS entre los que mi padre y pueblo fueron renombrados segadores de arroz por la Albufera o cereal por Castilla, recolectores de naranja o patata, vendimiadores por Francia o Utiel , afamados chelvanos madereros y cuellas de  jornaleros ,tratantes y viajantes ... De la necesidad aprendía la virtud de ser de un pueblo importante aferrado al dicho que cuando los americanos  llegaron a la luna ya allí había un paisano vendiendo y escuchar que hasta en la lejana Badalona catalana habíamos fundado una pequeña Chelva

Marchaban obligados  y a la larga retornaban que el amor al terruño y a la tribu se hacia más fuerte  que eso de ir y venir era en su jerga un "sinvivir", "cosa  de gitanos y saltimbanquis", de "pobrecicos andaluces o conquenses  sin tierra siquiera".

 

       En éstas que surgió nuestra  particular fiebre del oro por la industria incipiente y el querer que trajeran talleres en el pueblo, empresas como la Ford a nuestra provincia o el Euro Disney a  España. Nuestro sol y alegría,  bien publicitadas por nuestros compatriotas emigrantes daban pie al descubrimiento del turismo, ese gran invento. Comenzaba el éxodo a las ciudades y a la costa  donde parecía que ataran los perros con longanizas. Mi hermano  se iba a trabajar a Valencia  y pasé a convertirme en el niño esperando su vuelta o el  paquete del ordinario para ver que nuevas me traía mientras en la radio se escuchaban cada vez más discos para que no los echáramos tanto en falta.

 

       Y vete aquí  que nos invadían los VERANEANTES  aquellos que venían a pasar el verano  atraídos por nuestro pueblo fueran paisanos o no. Familias  y prole que bien que gastaban y a los que con envidia en mi pandilla bautizamos como SEMINOLAS ya que arrasaban.  Entre ellos también lejanos parientes que vivían más allá de los Pirineos o en otras comunidades que  nos hablaban de sus progresos, los primeros turistas , las modas ye ye, los cochazos y motos con sidecar... .

         Alimentaban mis sueños de joven limitado hasta para estudiar. Tenias que irte con el fuerte dispendio que suponía a no ser que te dieran beca. Me gané la mejor consiguiendo  plaza para las entonces Universidades laborales. Huía de trabajar en el campo y también yo seguía la senda del adiós que resulto definitivo acabando  como tantos otros  viviendo como FORASTERO, lejos y en tierra extraña  con la suerte de no tener que pagar a mafias o saltar vallas o visados. Engrosaría aquellos FORANEOS  del extrarradio de procedencia  diversa,  conviviría con otras costumbres,  aprendería hasta un nuevo idioma.

         Atrás dejábamos los topicazos para en un más difícil todavía fundir  nuestros orígenes con las tierras de acogida. Aprendimos catalán gallego o euskera que eso nunca fue impedimento aunque ahora te cuenten milongas. Edificamos nuestro hogar, tuvimos hijos y echamos raíces.  Los que allá quedaron nos esperaban en candeletas aunque solo fuera para Navidad como anunciaba el Almendro. Al ir desapareciendo y con ellos las ataduras cada vez distanciamos las visitas y sólo quedan las excursiones cargadas de nostalgia y de ferviente guía para mis nietos y amigos

            Fuimos capaces de diluirnos cual azucarillo para hacer surgir nuevos lirios en  aquella tierra prometida  hoy ya nuestra   para pasar  a ser un ciudadano COSMOPOLITA y  de pata negra. A ver que dicen ustedes de esto que les cuento: un pequeño retazo de memoria histórica pero de la buena

           Termino como empecé. De vuelta a los Cantares de  Machado y los quejidos del poeta emigrante  al rompérsele el alma en su marcha  dejándonos  por el camino la añoranza por cuanto dejamos atrás pero muy orgullosos de  seguir ,aún ,las estelas en la mar.

ftorralba2@gmail,com

Tarragona, enero del 2022

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