Os presento RAÍCES DE ANTAÑO

 

          Todo comenzó  en la redacción de la revista Gent Gran  donde para animar a los mayores a que nos contaran sus "batallitas" creamos la sección de Morriña y Anyorança donde escribía, como ejemplo a seguir, Aquel calor humano de antaño (2005) cuyo éxito  me animó a seguir  escribiendo.

             Plasmaba conversaciones alrededor de la lumbre, mi abuelo, el vecindario en la fresca. Preguntaba a mi madre, vecinas y personajes de entonces  por aquellos tiempos. Me  reencontraba con mi infancia y sus quehaceres, con trastos y cosas... Despertaría  en mí vivencias muy lejanas  en un rincón del ayer  que parecían olvidadas. Una faceta  costumbrista,  poética y  crítica que me llevaría hasta  publicar asiduos Chascarrillos por encargo y Poemarios de matrimonio,  cumpleaños  y crónicas. Recordaba detalles, hechos y palabras  viejas  que  dieron pie a todo un proyecto de recuperación del léxico y hechos que nos marcaron.

             Merecía la pena compartir con  paisanos, contemporáneos,  pueblos con similares tradiciones y gentes que revivieran conmigo aquellos  tiempos. Aparecieron  asiduamente  en  La Fénix Troyana, Las Alcublas, Rincón Tuejano, Yo escribo, Cadalso Vive... Y  creaba mi blog, Cosas de Antaño, en cuyo subtítulo predicaba el reto: "Lo que empezó como un relato de mis vivencias pasadas frente a una chimenea, allá en el pueblo, se ha convertido en todo un proyecto de ir recogiendo aquellas vivencias de nuestra infancia y juventud. Un particular Cuéntame y Crónicas de un Pueblo en el que aquellas fotos descoloridas cobran fuerza". Me llegaban sabrosos comentarios, hasta de ultramar, en un boca a boca de felicitaciones y nuevos  ánimos. Perseveré en el intento y hasta  tuve que versionarlos y adaptarlos a cada medio.

             En pleno éxito vino a faltar mi musa y al mes siguiente mi hermano. Quedé muy afectado y  dejé varado  el proyecto dedicándome a mis teatros y enseñanzas profesionales. Fue el pasado confinamiento el que también a mí me haría volver a nuestros adentros para reencontrarme  con el "escritorcillo del ayer" que pedía volver  al ruedo con nuevas ideas y  exigir la  merecida alternativa. Me enfrasqué en irlos recopilando, incluso empecé a darles mi voz en modernos podcasts pero faltaba verlos publicados en papel  "como está mandao " que diría mi Madre. Y aquí estamos. Con el simple propósito  de que sea mi pequeño legado de crónicas que dejo a las nuevas generaciones para que no olviden sus tradiciones y a sus ancestros.

             Rincón del ayer, cosas de antaño, morriña y añoranza, en el rincón de mis recuerdos... Cualquiera de estos títulos hubiera servido. Finalmente me decanté por éste de Raíces de antaño. Lo de "antaño" por el vocablo que los llevó  a la cabeza en el buscador y lo de "raíces"  porque  son ellas las que ahondan en nuestros sentimientos más profundos. La imagen elegida para ilustrarlo ha sido ésta de una común  y moderna magnolia de cualquier actual parque que rebusca en la tierra  antes  plagada de pinos, oliveras y garroferas, dando frescor, acompañamiento y flores a las nuevas generaciones ¡Mi particular metáfora del ayer, el hoy y el mañana!

              Y termino no si antes advertirles del uso  que hago de una serie de términos y expresiones muy de mi tierra. Si les hablo como aquella gente no podía por menos que copiarles rindiéndoles  justo homenaje. Espero puedan comprenderme

Y VOLVIMOS A NUESTRA TIERRA

Historia ésta de un encuentro que me dejó, nunca mejor dicho, a cuadros, con la fina ironía que  pretende  y que ha terminado siendo el reencuentro de ambos con  nuestra tierra de origen. Tras el preámbulo vayamos con el relato

Un atardecer de rutina bajando a Paquito, mi perrito, a pasear y veo a nuestro amigo vagabundo de la zona  que  parece haber hecho buen acopio de las piezas cobradas en los contenedores de basura frente de casa. "Vaya no les ha dejado nada a los rebuscadores asiduos ", me digo. "Venga, Paquito, no te entretengas que tu panda canina te espera en el parque" le digo. Ambos nos habíamos quedado  parados  contemplando  al buen hombre arrastar su carromato  hasta uno de los bancos de más alla, en  donde comienza a  sacar y limpiar un cuadro. "¿Qué  rastreas? ¡Es nuestro amigo en sus quehaceres! ¿Qué te ocurre?". Y en éstas que  me fijo  en lo que parece un viejo lienzo en un vetusto marco. Y el corazón me da un vuelco  "Eso, eso que veo  es... ¡la Cuesta de San Joaquín, de mi pueblo! ¿Será posible?". Saludamos al hombre que esta vez hasta parece felicitar al animal  mientras que mis ojos se emocionan con la pintura desgastada por el tiempo y hasta con agujero incluido. Compruebo que de verdad se trata del vivo retrato de una de mis imágenes de correrías infantiles y que viene hasta firmada  por un tal Pérez Cervera del que las redes así hablaban: Roberto Pérez Cervera (1923-2011) Tenía 13 años cuando ingresó en la Escuela de Artesanos de Valencia. Frecuentó diversos grupos de pintores como la Peña el Conill, el Micalet o el Ninot. Ingresó en 1957 en el Círculo de Bellas Artes de Valencia y en Enero del 2006 en la Agrupación de Acuarelistas Valencianos. Su hijo, acuarelista, continúa...

Le cuento de mi pueblo natal, de sus paisajes y sus gentes. Finalmente  me lo cede  agradeciéndoselo con una muy buena propina  de tan alegre que estaba. Qué casualidad, ¿no? La vida te da sorpresas como canta la canción...

Y fui a incorporarlo  a mi particular museo etnológico de la terraza, pequeña colección de  aperos de labranza y  objetos  del recuerdo. Buscándole un lugar destacado lo pongo a presidir  el porche  bajo el que asiduamente leo y escribo. Enseguida pasa a ser mi colega y la inspiración ilustrada  para seguir relatándoles de mis cosicas de antaño. De tanto en tanto me asomo a ver el discurrir de coches hacia el sur  como oteando aquellos paisajes serranos  y  me dan unas ganicas del pueblo, que no veas. 

Poco nos dura el arriendo que mi vida da un vuelco y debo marchar. No sabiendo a dónde parece que me señale subir aquella su cuesta  como si fuera él. Me veo obligado a  separarme de  mi casa y  de mi refugio. Le dejo a cargo de mis recuerdos  por un tiempo. Al volver, la  terraza  está  marchita pero él  sigue más radiante si cabe. Le comunico que  allá nos vamos definitivamente. Ojala pudiera llevármelo todo, debo elegir  y tú que no faltes. En  el traqueteo del viaje parece que bailes. 

Al llegar, como no,  le hago la foto  donde nació. Le explico que allí al igual que aprendí entre porrazos a montar en bici estoy reemprendiendo una nueva vida. Y le enseño mi calle de la Mortera de la infancia y el bancal de san Joaquín que estaba abandonado y ahora hasta he plantado frutales. Prueba gráfica de mi renacimiento del que fuiste  inspirador. Será nuestra nueva terraza  donde te pondré en otro pedestal como testigo plástico de nuestra vuelta  a Chelva. Como diría la musa de mis relatos: ¡Gracias, Prenda!



 

DE ANIMADOR EN LA RESIDENCIA

 

Después de años, he vuelto a aquel que llamamos "asilo" de mi infancia y juventud  aquí retratado por el que fuera el famoso fotógrafo Vera y que me sirve como  ilustración. Construcción ésta  de la fundación Mª Antonia Clavel  y donada al pueblo a tal fin , que fuera hospital de campaña en la guerra civil , residencia estival para las jóvenes de la naranja que venían  por tandas;  abandonada unos años  y por fin  residencia y centro de día para nuestros mayores.

         Y allá que voy a hacerles de lector y charlar sobre los recuerdos de antaño con la sana intención de rebuscar en los tesoros que guardan aquellas fotos en blanco y negro de antes para compartirlo, darle color en el presente y lanzar su memoria al futuro.

        Con mi librico RAÍCES DE ANTAÑO  bajo el brazo que hace de guion. Lo pongo en práctica y mira por donde de esta solfa compruebo su éxito al hacer de verdadera  varita mágica en estas lides. Tras el saludo y el "decíamos el otro día, galanes"  les leo unos de sus relatos con pausas ,aclaraciones y   apoyos orales varios. Muy en la vía del teatro de calle que los hay que oyen mal y atienden regular  con el objetivo de mejor llegarles que puedan interrumpirme y nos den sus versiones Y da pie a la segunda parte  en la que  sea con fotos, objetos, palabras  o frases  de antaño,  les hago preguntas y medio en el diálogo que  provocan.

        Resulta también  curioso señalar que si mis escritos  se centran en Chelva , sus palabricas usos  y costumbres, su gente ... los hay de otros pueblos   que más o menos hacían , hablaban  y usaban lo mismo por lo que aún se enriquece más la charrada si cabe

        Siempre con el objetivo claro de  llevarles al recuerdo, volver sobre sus huellas y que se sientan ricos y orgullosos y no dejen de trasmitirlo. Otros vendrán que de tu casa  harán más o menos uso,  la  abandonen, hagan reformas o hasta la tiren abajo pero siempre quedará el solar y las pisadas de  la que fuera la casa del tío tal o la tia  Pascuala , les digo.  

       Verles sus caricas de contentos, de poner atención hasta  los que más les cuesta. De reunir cada vez a más público, acercarse los que rechazaban sacarlos de sus ensimismamientos. Verme rodeado al final  con alguno que sigue hablándome., reclamarme  que vuelva ... hacen que la experiencia sea del todo un gozo  y sentirme con ellos ilusionados en volver.

 

Francisco Torralba

marzo 2024